La actual crisis sanitaria provocada por el Covid-19, ha puesto de manifiesto la imperiosa necesidad de la adecuación de instalaciones para garantizar un correcto tratamiento del aire.

Según publica Europa Press, a pesar de que la OMS afirma que aún no hay evidencias científicas sobre la transmisión aérea del virus, sí “ha informado de que la transmisión por el aire se produce cuando hay una presencia de microbios dentro de los núcleos de gotas, las cuales pueden permanecer en el aire durante largos períodos de tiempo y transmitirse a otros a distancias superiores a un metro”.

Los últimos estudios realizados indican “que el coronavirus SARS-CoV-2 es detectable en aerosoles hasta tres horas, hasta cuatro horas en cobre, hasta 24 horas en cartón y hasta dos o tres días en plástico y acero inoxidable. Estos resultados proporcionan información clave sobre la estabilidad del coronavirus y sugiere que las personas pueden adquirirlo a través del aire y después de tocar objetos contaminados”.

Lo que no deja lugar a duda es que este patógeno es un enemigo de gran resistencia que usa el aire para contagiar. Por este motivo, en espacios cerrados, centros de trabajo y lugares donde se concentran personas, resulta ya totalmente imprescindible garantizar óptimos niveles de humedad, filtración y velocidad de renovación aérea. Resulta evidente que a mayor calidad del aire, menor riesgo de propagación.

Las soluciones técnicas para garantizar esta calidad del aire, dependerán fundamentalmente del tipo de instalación. No existen fórmulas estandarizadas, sino aplicaciones funcionales adaptadas a necesidades concretas. No es lo mismo tratar la ventilación de una sala de envasado y manipulado de producto fresco, con sus millones de m3 de aire y su gran concentración de personas, que un quirófano de reducidas dimensiones donde se requieren elevados niveles de calidad de aire.

En cada caso se valora el volumen de aire y se estudian sus flujos, se analiza la calidad atmosférica y se determinan los sistemas de filtrado. Se estudia la presión positiva o negativa necesaria, la humedad, la necesidad de renovación y de temperatura y para cada necesidad concreta, se desarrolla una solución de ingeniería propia.

Cada instalación precisa de un estudio y unos recursos diferentes, así se ha entendido por parte de las empresas más punteras en este sector, como Sistemas de Calor, una instaladora especializada en el tratamiento y optimización de instalaciones de aire, que lleva más de 30 años aportando soluciones aplicadas en este campo en la zona oriental de Andalucía y Murcia.

Desde la instalación y el mantenimiento de grandes superficies de frío industrial para el sector agrícola, hasta el acondicionamiento de salas blancas, totalmente asépticas, para instalaciones sanitarias y laboratorios. Una experiencia contrastada con altos niveles de calidad tecnológica, que aporta un importantísimo bagaje a la hora de poner medidas efectivas de cara no solo a superar esta crisis, sino a prevenir futuros contagios.

Optimizar las instalaciones para lograr un correcto tratamiento del aire, es una de las grandes renovaciones que tendrán que afrontar todos los centros de trabajo y los espacios públicos cerrados de ahora en adelante. En Sistemas de Calor, investigamos e implementamos soluciones que resulten eficaces y viables para nuestros clientes. Y nos ocupamos de mantenerlas adecuadamente para prolongar su vida útil lo máximo posible.

Pero sobre todo, ponemos todo nuestro conocimiento y experiencia, al servicio de una sociedad que lucha por derrotar a un terrible enemigo común. Y estamos seguros que entre todos, lo lograremos.